Nuestra tradición vitivinícola se remonta a 1894, cuando nuestros bisabuelos decidieron plantar viñedos y desde entonces, nuestra familia se ha dedicado al cultivo de la vid. En 2002, a los hermanos Miguel Ángel y Javier, cuarta generación de la familia Amigo, se nos presentó la opción de continuar con el negocio familiar o dejar que la tradición vitivinícola terminara con nosotros. La decisión fue fácil. No podíamos permitir que los esfuerzos de nuestros antecesores fueran en vano y nos dimos cuenta del valioso legado que nos habían dejado. Décadas de experiencia y viñas centenarias cuyas uvas merecían ser vinificadas y comercializadas con su propia etiqueta.

Entonces restauramos la antigua bodega familiar para vinificar nuestros propios vinos y creamos Bodega Luzdivina Amigo. Amigo es nuestro apellido y Luzdivina el nombre de pila de nuestra madre. Con este nombre rendimos homenaje a todas las madres de la zona cuyo duro trabajo, tanto en el campo como en casa, es poco reconocido.

La bodega sigue siendo un asunto familiar en el que nuestros padres, Miguel y Luzdivina, siguen participando activamente en el trabajo diario.